En el corazón de la labor misionera y apostólica de la Congregación Religiosa femenina Amistad Misionera en Cristo Obrero (AMICO) y en consecuencia, del grupo juvenil Jóvenes Misioneros Amigos de Cristo Obrero (Jómaco) se encuentra el inspirador legado del Padre Pedro Martínez Cano.

Nacido el 18 de febrero de 1913 en Rincón de Beniscornia, Murcia (España), el Padre Pedro Martínez Cano fue un hombre cuya vida estuvo marcada por un profundo compromiso con los más pobres y marginados. Desde joven, sintió el llamado de servir a los demás y llevar el mensaje del Evangelio a aquellos que más lo necesitaban.

Tras su formación jesuita y diversos apostolados en América Latina, donde pudo experimentar de cerca las realidades de la pobreza y la injusticia, el Padre Pedro fundó en 1971 la Congregación AMICO. Inspirado por la espiritualidad ignaciana y el deseo de vivir más evangélica y radicalmente la vida religiosa, creó un espacio donde las mujeres pudieran comprometerse con la promoción del Evangelio y el servicio a los más necesitados.

El espíritu misionero del Padre Pedro también se refleja en Jómaco, un grupo juvenil destinado a formar a jóvenes en la fe y el compromiso cristiano, además de llevar el evangelio a las periferias. Guiados por los principios de amor, solidaridad y servicio, los jóvenes de JOMACO han llevado adelante numerosas iniciativas en comunidades locales,  y han sido agentes de cambio en la sociedad desde su realidad juvenil.

En la actualidad, tanto AMICO como Jómaco continúan llevando adelante la visión y el espíritu de su fundador, comprometidos con la promoción del Evangelio y el servicio a los más necesitados. El Padre Pedro Martínez Cano sigue siendo una figura central en la vida y la misión de todas las comunidades de AMICO, recordándonos siempre la importancia de seguir adelante en nuestra búsqueda de Dios en todos y cada uno de sus hijos.