Nuestros Valores

Abrazamos tres valores fundamentales que nos guían en nuestro compromiso como comunidad juvenil, inspirados por la espiritualidad jesuita y el carisma de la Congregación AMICO. Estos valores reflejan nuestra misión de vivir nuestra fe de manera auténtica y de ser testigos del amor de Cristo en el mundo. A continuación, detallamos a lo que como Jóvenes Misioneros Amigos de Cristo Obrero aspiramos:

1. Ser Amigos y Seguidores de Jesús en la Búsqueda de la Santidad

Nos identificamos como amigos y seguidores de Jesús, buscando la santidad en cada aspecto de nuestras vidas. La espiritualidad ignaciana nos enseña a encontrar a Dios en todas las cosas y a vivir de manera coherente con nuestra fe.

¿Qué significa para nosotros?

    • Amistad con Jesús: Nos esforzamos por construir una relación personal y cercana con Jesús, viéndolo como nuestro amigo y guía.
    • Buscar la Santidad: No se trata de ser perfectos, sino de caminar hacia la santidad, mejorando cada día y tratando de vivir de acuerdo a los valores del Evangelio.
    • Vivir con Propósito: Seguimos el llamado de Jesús a ser luz en el mundo, encontrando sentido y propósito en nuestras acciones diarias.

Inspirados por San Ignacio de Loyola, buscamos “encontrar a Dios en todas las cosas” y dejar que esta búsqueda nos transforme en mejores personas y seguidores de Cristo.

2. Facilitar el Paso de una Experiencia Espiritual Personal a un Compromiso Cristiano Serio

Queremos tener una experiencia espiritual personal a un compromiso cristiano serio. La espiritualidad ignaciana nos anima a no quedarnos solo en lo personal, sino a llevar nuestra fe a la acción.

¿Cómo lo hacemos?

    • Experiencia Espiritual Personal: Fomentamos momentos de oración y reflexión personal para que cada joven tenga un encuentro profundo con Dios.
    • Compromiso Cristiano: Procuramos a traducir esa experiencia personal en acciones concretas que reflejen nuestra fe en la vida diaria.
    • Formación y Apoyo: Ofrecemos formación continua y apoyo para poder vivir nuestra fe de manera coherente y comprometida.

San Ignacio nos enseña a ser “hombres y mujeres para los demás'” y en Jómaco, queremos que cada joven descubra su vocación y compromiso en la Iglesia y en el mundo.

3. Despertar Sensibilidad y Solidaridad con los Más Pobres, Entusiasmo Apostólico y Misionero

Queremos despertar en los corazones de los jóvenes una profunda sensibilidad y solidaridad con los más pobres, así como un entusiasmo por la misión y el apostolado. La espiritualidad ignaciana nos llama a ser conscientes de las necesidades del mundo y a responder con generosidad.

¿Qué buscamos?

    • Sensibilidad y Solidaridad: Fomentamos una actitud de compasión y solidaridad hacia los más vulnerables, siguiendo el ejemplo de Jesús.
    • Entusiasmo Apostólico: Queremos sentir la alegría de ser testigo de Cristo lo que nos a compartir nuestra fe con los demás.
    • Espíritu Misionero: Nos comprometemos a llevar la Buena Nueva a todos los rincones, participando en misiones y proyectos de servicio.

San Ignacio nos recuerda que “el amor se debe poner más en las obras que en las palabras” y en Jómaco, nos esforzamos por vivir esta enseñanza a través de acciones concretas que transformen nuestro entorno.

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